viernes, 19 de abril de 2013

Gemas - 1


Lavar y Purificar
Las gemas compradas, antes de usarse por primera vez han de ser lavadas.
Cuando pierdan brillo, han de ser lavadas y enceradas.
Así obtenemos una visión más agradable a la vez que le devolvemos brillo y transparencia.
Esto se hace para que la gema sea más agradable a la vista, ya que sus propiedades en ningún momento las pierde.

La descarga
Chorro de agua mínimo 1 minuto (tibia o fría)
-         No indicado: collares de gemas y minerales solubles en agua ó sensibles.
Consejo; en el proceso expirar con energía consciente y fuerza para no
               absorber ninguna energía o información.

 Purificar
transitoriedad
Todo lo contrario a la
adhesión o permanencia

La amatista contiene la información de la “transitoriedad” la obtiene en el momento de su formación.






La Sal
(Acido clorhídrico y sosa alcalina)

Los iones se atraen con gran fuerza en la sal, pero esta se disuelve muy rápidamente.
Al liberarse las “informaciones de la transitoriedad” hacen posible que otras informaciones también se liberen de su adhesión al medio que lo transporta (energía o materia) y que <<el contenido>> que hasta ahora poseía se disipe.






Purificación sobre Amatista

Consigue liberar determinadas <<adherencias>>
¡termina con las ataduras y libérate de todo lo que te oprima!
Esto se refiere a nosotros mismos cuando dependemos demasiado de algo, al igual que a aquello que se adhiere a nosotros sin querer despegarse.

En animales: superación de experiencias traumáticas.

Plantas: Eliminación de parásitos.

Gemas: cualquier gema.

TIPO: drusa o piedra de drusa.
FORMA: colocación sobre la Amatista.
Si la gema se ha limpiado previamente con un chorro de agua, el tiempo de tratamiento será de 2 a 3 horas, si no de 8 a 12 o más.

EXCEPCIONES; el Ámbar

El concepto de demasiado tiempo, aquí no es válido.

SAL
Para gemas duras químicamente resistentes.
Bueno para el Ámbar
NO recomendados: para Ópalos




FORMA: con dos cuencos de cristal que se puedan colocar uno dentro del otro, con un lecho de sal entre ambos.
-      Un cuenco de sal con un paño cubriendo la sal, colocando las piedras sobre el paño.

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